en los dvdclubs y sale del recinto con la película que todos querían alquilar, pero que ellos vieron primero.,Se pide en el curriculum una foto en color para comprobar que tu rostro concuerda con quien sabe que La piedra filosofal de todo videoclub que se precie, es la película tramposa, un articulo de lujo que adquiere aun mas valor cuando recién desempaquetado zarpa rumbo a la estantería de novedades
Este subgénero envalado por la critica, el del cine tramposo sin piedad tiene ramificaciones en varios géneros, thrillers, terror, ciencia ficción, y ha florecido de manera espectacular en los últimos años, debido según al que esto escribe a la profileracion de un perfil determinado de espectador, el de un currante cuya valía e ingresos es sisada por una empresa que le estafa a diario en nombre de unas siglas , y si a eso se le añaden las continuas infidelidades de su cónyuge,
le convierte de inmediato en víctima idónea de la partida de cluedo que le ha tocado jugar y a desarrollar pues un sexto sentido para dejarse llevar por la película con mas vueltas de tuercas del momento, y a deambular desorientado en el videoclub como en la vida ,tramitando su próximo engaño o desengaño
En el hueco que queda vacío entre estantería y estantería debería plantarse una sección de cine tramposo debidamente señalado, por que si una cosa no soportamos los caza tesoros del cine con giros inesperados, es que nos engañen con finales convencionales y muertos que no resucitan,.Cuando al leer la sinopsis intuimos que el hélice de la trama giraría en torno a una espiral de saltos mortales,nos auto felicitamos por un nuevo caso de trastorno disociativo en el paciente,gozo que huye cuando tras descorrer las cortinas del tHE End comprobamos que no nos han timado lo suficiente
Las películas fulleras cotizan a la baja a la intemperie en la bolsa de la indulgencia, la nocturnidad y alevosía favorecen a engañar a la percepción de lo que hemos visto ,en la oscuridad es donde se perdonan las tramas mas disparatadas. los cineastas mas laureados no se comprometen a ensuciar sus manos en tan denostado filón comercial, y si lo hacen cubren sus dedos con adaptaciones de bestsellers o coartadas similares.,
David fincher es una rara avis en el mercado, uno de los mejores directores de panorama actual, que baraja las cartas,reparte y hace trampas al mismo tiempo, y sus partidas no adolecen de calidad, The game, Fight club o Seven son claves para entender el cine comercial de los 90 . Los que si van a estos saraos son los actores consagrados, se pudo ver recientemente a Al pacino en 88 minutos, o a Robert de niro en El escondite,obras reconocibles en su afán por apostar por las piruetas en sus desenlaces, y por la gama de finales alternativos que deja tras de si el dvd con extras